Es un hecho que el mundo se va a acabar.
Para bien o para mal, termina un día distinto para cada quien. Sin importar si es o no por causas naturales, a todos nos llega.
Hoy celebro que un día más vivo, me acabo y reencuentro en situaciones y personas acá, en el mismo plano existencial. Los días, las noches, las horas en sí no serían mucho sin esas compañías que han hecho crecer mi árbol y que con el transcurso del padre tiempo se han ido alejando en algunos casos, dando frutos en otros tantos e incluso caído de las ramas para alimentar el posterior crecimiento del tronco que me tiene aquí.
Es un hecho que nadie es igual.
De todas las opciones existentes, si cada habitante de este planeta quisiera, pensara, sintiera y gustara de lo mismo; además de flojera extrema sería inútil cualquier expresión hecha.
Hoy me esfuerzo por decir cara a cara esas cosas que tantas veces se callan, pese a la incertidumbre que causan cuando llegan a escucharse, sembrando la escencia de algunos pesares pero que de no mencionarse, crecen y llenan de plaga cuanto a su paso se encuentre.
He decidido que no me sirve callar, que si se puede y quiere es vital gritar. Sea el momento que sea, libre y feliz ser es la encomienda.
Para bien o para mal, termina un día distinto para cada quien. Sin importar si es o no por causas naturales, a todos nos llega.
Hoy celebro que un día más vivo, me acabo y reencuentro en situaciones y personas acá, en el mismo plano existencial. Los días, las noches, las horas en sí no serían mucho sin esas compañías que han hecho crecer mi árbol y que con el transcurso del padre tiempo se han ido alejando en algunos casos, dando frutos en otros tantos e incluso caído de las ramas para alimentar el posterior crecimiento del tronco que me tiene aquí.
Es un hecho que nadie es igual.
De todas las opciones existentes, si cada habitante de este planeta quisiera, pensara, sintiera y gustara de lo mismo; además de flojera extrema sería inútil cualquier expresión hecha.
Hoy me esfuerzo por decir cara a cara esas cosas que tantas veces se callan, pese a la incertidumbre que causan cuando llegan a escucharse, sembrando la escencia de algunos pesares pero que de no mencionarse, crecen y llenan de plaga cuanto a su paso se encuentre.
He decidido que no me sirve callar, que si se puede y quiere es vital gritar. Sea el momento que sea, libre y feliz ser es la encomienda.
Simplemente bello... Amo esa encomienda.
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